Alejandra González, conductora de ambulancias: “Complementar mi gusto por los autos y la conducción con la ayuda a otros, me llena el corazón”

Alejandra González, conductora de ambulancias: “Complementar mi gusto por los autos y la conducción con la ayuda a otros, me llena el corazón”


 

Alejandra (40) es paramédico de profesión, pero su rol en el mundo de la salud es uno que muy pocas mujeres ocupan y que es fundamental a la hora de responder a emergencias: hace 4 años trabaja como conductora de ambulancias, una labor que requiere de un constante balance entre la rapidez y la precaución al conducir. “No es común ver mujeres conduciendo ambulancias. Al principio me sorprendió que en ruta algunos colegas conductores me tocaban la bocina y me felicitaban por estar ahí. Otras personas miraban dos o tres veces para ver si estaban viendo bien y si realmente era una mujer la que manejaba”, recuerda.

Según datos entregados en un informe publicado por la Subsecretaría de Transportes de Chile, en 2021 más del 90% de las licencias de conducción profesionales emitidas por la autoridad fueron para hombres. Y la participación de las mujeres en este sector ha sido menor al 10% en los últimos años como una tendencia sostenida. En este contexto, tal como explica Alejandra, ver a una mujer al volante en un vehículo profesional, sobre todo si se trata de una ambulancia, suele generar curiosidad y otras reacciones a veces no tan positivas. “Tengo colegas que jamás validarán que una mujer conduzca una ambulancia y pacientes que agradecen llegar bien al destino porque no tienen confianza en las capacidades de conducción de una mujer”, comenta.

Las mujeres a cargo de la conducción en emergencias es una realidad muy escasa. Incluso hoy, con años de trayectoria y cientos de viajes exitosos, Alejandra cuenta que todavía no se cruza con otra mujer conduciendo en una emergencia. Sin embargo, el interés por el transporte y las carreras que acompañan a Alejandra más allá de lo profesional la inspiró para buscar una oportunidad en este rubro mayoritariamente masculino. Con un interés innato por los autos -que ha sentido desde niña-, cuando vió la oportunidad de combinar su profesión del área de la salud con su pasión por la conducción no dudó en arriesgarse a ir por un camino que muy pocas mujeres siguen. “Mi mejor amiga fue a la Red de Rescate para hacer un reemplazo como radio operadora”, cuenta. “La comencé a ver en su nuevo puesto y me llamó la atención el trabajo de las ambulancias”, agrega. Fue así como en 2017 se decidió y comenzó el curso para obtener su licencia profesional y abrirse un espacio en la conducción para asistir emergencias de salud.

Alejandra explica que, a pesar de lo intenso que puede llegar a ser, disfruta mucho su trabajo. Precisamente porque la llena de adrenalina y es un cargo desafiante. “En la mañana recibimos el turno y partimos revisando la ambulancia, haciendo un checklist junto a los compañeros que van a trabajar contigo”, comenta. Los turnos en los que Alejandra debe estar preparada para conducir rápido, pero siempre segura hacia la emergencia, son de 12 horas. A veces durante el día y otras veces durante la noche. “Hay turnos intensos en los que no paramos y hay turnos más relajados con emergencias de lesiones leves”, explica. Pero, como se trata de una profesión impredecible, es necesario estar al 100% durante toda la duración de la jornada. Además, Alejandra explica que el trabajo con los compañeros es un pilar fundamental para poder asistir en una emergencia de manera óptima. “En este rubro se trabaja en equipo. Todos los días son distintos, dinámicos y siempre se aprende algo nuevo”.

A pesar de la presión y lo estresante que puede llegar a ser conducir con una responsabilidad extraordinaria, como hace Alejandra, para ella este trabajo está lleno de satisfacciones. “Mi afición siempre han sido los vehículos, las carreras de autos y motos”, comenta. “Me encanta mi trabajo, la conducción y complementar eso con la ayuda a otros, me llena el corazón”.