Mujeres que inspiran • Pilar Gazmuri, especialista en cáncer de mama
El interés de la doctora Pilar Gazmuri por el cáncer de mama comenzó por dos razones: primero, porque su abuela materna tuvo un cáncer avanzado de este tipo; y segundo, porque vio en la radiología una especialidad bastante fría y distante con el paciente. “No había contacto directo y se me ocurrió que, a través de la oncología, yo podría acercarme a las personas y evaluar su problema, más allá de solamente hacer el informe”.
Pilar es una convencida de que como médico es posible llegar realmente a las pacientes a través de la empatía, esa que solamente otra mujer puede dar. “En mis años de experiencia, he visto que las pacientes se sienten más tranquilas e incluso se muestran más dispuestas a comentar abiertamente lo que les está pasando cuando su médico es mujer”, explica la radióloga. “Y es que uno puede comprender lo que significa el miedo a perder una mama o lo que significa someterse a una mastectomía”.
Pero el camino que eligió no ha sido fácil. “Muchas veces es difícil porque te involucras emocionalmente con tus pacientes. Aún así creo que para eso es que estudiamos medicina”. Una linda contradicción, dice, porque es eso mismo lo que le genera más gratificaciones. “Desde aquí puedo ayudar mucho a la mujer. Y, sobre todo, a las mujeres jóvenes, porque para ellas este diagnóstico es muy duro. Tener cáncer de mama a los 30 o 35 es distinto que tener a los 60 o 70, cuando ya has vivido gran parte de tu vida, tu matrimonio o tus hijos”, explica.
A pesar del desgaste que conlleva dedicarse a un tema emocionalmente demandante como es el cáncer, Pilar ha hecho una carrera actualizándose constantemente para desarrollar y llevar a sus pacientes la mejor tecnología posible para una detección temprana. Para ella, como especialista, este punto es crucial en un buen pronóstico, porque la prevención no es realmente posible con la información que se tiene hasta ahora. En un contexto en el que, la incidencia del cáncer de mama ha aumentado considerablemente y las razones no son del todo claras, explica que el diagnóstico precoz es fundamental.
Pilar ha sido crítica de las políticas de salud que promueven el autoexamen como la alternativa para llegar a un diagnóstico oportuno de cáncer. Eso le ha implicado nadar contracorriente para reformar el status quo. “Nunca he estado de acuerdo con el autoexamen, porque un tumor que se palpa es un diagnóstico tardío”, aclara. “Esto hay que diagnosticarlo antes de que se palpe, porque ese tumor ya puede tener metástasis”.
¿La mejor forma de enfrentar el cáncer? Para la doctora es llegar temprano. Y eso se logra con el apoyo de la tecnología de vanguardia disponible. Además de las biopsias de última generación -que permiten el estudio de lesiones con un procedimiento mínimamente invasivo-, fue ella quien, hace 15 años, trajo a Chile los equipos necesarios para realizar mamografías digitales. Esta avanzada tecnología, según explica Pilar, permite identificar un tumor de hasta dos milímetros, entregando así la posibilidad de obtener un diagnóstico muy precoz.
Pilar explica que, en su experiencia, los propios colegas han sido la principal barrera al momento de intentar introducir nuevas tecnologías de detección de cáncer. “Más que los sistemas de salud, la primera resistencia que uno enfrenta son los propios colegas”, explica. “Somos un país bastante cerrado en este sentido. En vez de decir, ‘ella está haciendo algo nuevo. A lo mejor es importante, interesante veamos de qué se trata’, se genera rechazo”.
Un ejemplo de esto, es que la tecnología para biopsias ha estado disponible por 25 años desde que Pilar la trajo en 1997. Pero le tomó años lograr incorporarla en las coberturas de Isapre. Y mucho más todavía a Fonasa.
Si bien ser una voz crítica del auto examen y una propulsora de nuevas tecnologías le generó discriminación de parte de su propio gremio, esto nunca la detuvo. Al contrario. Fue esa resistencia la que la inspiró a crear su propio espacio para continuar trayendo e implementando en Chile nuevos procedimientos, como las biopsias estereotáxicas -que permiten la obtención de muestras de forma ambulatoria- y las mamografías con tomosíntesis, que muestran imágenes en distintos planos de la mama. “En esos años busqué socios, pero nadie me quiso apoyar”, recuerda. En 1978, fundó el Centro de Diagnóstico Dra. Pilar Gazmuri, que se especializa en el control preventivo a través de imágenes y en detección de lesiones mamarias posiblemente cancerígenas.
Y es que Pilar ha dedicado sus más de 40 años de carrera a poner la tecnología al servicio de las mujeres. Es una convencida de que, en un país en el que el cáncer de mama es el causante de más muertes dentro de la población femenina, la detección temprana es lo que marca la diferencia entre un buen pronóstico y la vida.