​​Jacqueline Painenao

​​Jacqueline Painenao, electromecánica: “Cuando uno se empodera en su trabajo, da lo mismo lo que el resto pueda opinar”  

Apasionada por los camiones y buses; Jacqueline Painenao (34) decidió a los 13 años que dedicaría su vida a trabajar en el rubro automotriz. Con la idea de desafiarse y romper con los estereotipos de género, entró a estudiar técnico en Mecánica Automotriz en un colegio industrial, para luego continuar sus estudios en el DUOC UC, donde se tituló de a Ingeniera en Mecánica Automotriz y Autotrónica. Hoy, ya lleva 10 años trabajando en Kaufmann y se siente afortunada porque ha sido un espacio que le ha permitido hacer de todo: desde reparar panas de camiones y buses, hasta organizar la logística de las faenas, que es el área que ocupa sus días por ahora.   

 

En un rubro masculinizado históricamente, Painenao cuenta que ha tenido algunas experiencias con clientes que han menospreciado, a priori, su trabajo. Sin embargo, cree que a partir de ahí es donde ha forjado su carácter. “O sea, cuando llegué, yo era muy tímida y ahora ya tengo más personalidad”, relata y agrega:  “Aunque mis compañeros de taller eran jóvenes, también me pasó que tuve algunos de más edad y me decían chuta, las mujeres no son para esto, estás pasando frío y calor, o estás haciendo demasiado peso. Siempre se enfocaban en eso, pero yo les decía que sí podía hacer las cosas. Al principio, sentía que estaba todo el rato demostrando o "a prueba", pero a la larga, con su apoyo, pude salir adelante y mostrar mis capacidades. Cuando uno se empodera en su trabajo, da lo mismo lo que el resto pueda opinar”

 

¿Desde dónde viene tu interés por el ámbito automotriz?

Vengo de una familia donde prácticamente hay puros hombres, entonces me crié en un entorno donde el trato delicado nunca existió. Yo era una más dentro de ellos. A los 13 años tuve que elegir que estudiar y ahí me incliné por el tema de los autos. Cuando salí del colegio industrial, seguí estudiando y entré a Ingeniería en Mecánica Automotriz y Autotrónica en el DUOC UC. En realidad, nunca me interesó el trabajo administrativo -como el secretariado-, así que seguir este trabajo iba en línea con eso.


 

En tu carrera, te ha tocado abrir caminos. Fuiste la primera mujer de tu colegio en entrar a Técnico en Mecánica Automotriz y el DUOC también eras de las pocas mujeres estudiando electromecánica, ¿Qué ha significado esto en tu carrera?

En algunos momentos, he sentido diferencias. Por ejemplo, cuando hacía test en terreno, me pasaba que los mismos clientes quedaban admirados al verme bajar de la camioneta. Me decían: ¿A usted la mandaron? Al principio, se veían dudosos y no sabían si podía hacer las cosas. Quedaban sorprendidos porque era una técnico mujer. Esa historia siempre se repetía, hasta que llegaban felicitaciones desde las jefaturas por el servicio que les entregaba a ellos. Habitualmente, no se imaginaban que era responsable y capaz de dar con la pana in situ, sobre todo cuando era en terreno.

Aunque mis compañeros de taller eran jóvenes, también me pasó que tuve algunos de más edad y me decían chuta, las mujeres no son para esto, estás pasando frío y calor, o estás haciendo demasiado peso. Siempre se enfocaban en eso, pero yo les decía que sí podía hacer las cosas. No me limitaba y, con eso, empecé a forjar mi carácter y mostrar que era capaz de trabajar tanto como ellos. Al principio, sentía que estaba todo el rato demostrando o "a prueba", pero a la larga, con su apoyo, pude salir adelante y mostrar mis capacidades. Cuando uno se empodera en su trabajo, da lo mismo lo que el resto pueda opinar. 


 

Desde que entraste a esta área, ¿Se ven más mujeres dedicándose al ámbito automotriz?

Sí, hay muchas más interesadas, tanto en logística, como en las prácticas. Creo que eso se ha dado porque hay más referentes. En Kaufmann, hay varias que preguntan cómo lo hicimos nosotras, o si nos costó estar en tal o cuál área.

Me ha pasado que me han mandado a hacer charlas en colegios porque, de mi generación, fui la única que quedó trabajando en una empresa grande como Kaufmann. O también he ido a motivar a las que están estudiando Mecánica Automotriz porque, si bien es un campo nuevo para las mujeres, creo que se trata de un espacio donde se puede demostrar que somos capaces de todo.

 

Ahora estás dedicada a trabajar en la torre de control de faenas, ¿En qué consiste este trabajo? ¿Por qué te cambiaste a esa área?

En la torre de control de faenas, yo llevo toda la parte administrativa y logística de la faena en sí. Esta área la tomé después de tener a mi hijo en 2016. En realidad, estuve en el taller hasta los 5 meses de embarazo. Estaba en el suelo trabajando, debajo de los camiones. Y todos me decían cosas como ten cuidado con esto, no puedes levantar 20 kilos, tienes que tener cuidado con hacerte daño y yo les decía, para algo los tengo a ustedes: para que me ayuden. Esa época fue una de las más desafiantes de todo el tiempo que llevo en Kaufmann, porque me encontraba con desafíos a diario.

 

Con la perspectiva del tiempo, ¿Te cambiarías de carrera?

Mi pasión por los autos comenzó a los 15 años, cuando me desafié a intentar esta carrera, pero después al compartir con otras personas, me he dado cuenta que me encanta. Porque es un lenguaje. O sea, cuando converso con los amigos de mi pareja, todos nos entendemos, porque hablamos de lo mismo. Gracias a Dios, he tenido buenos equipos y acceso a mucha información para seguir aprendiendo porque los camiones y buses son mi pasión.