¿Será un cliché decir que el 2022 fue un año “lleno de desafíos”?

¿Será un cliché decir que el 2022 fue un año “lleno de desafíos”?

¿Será un cliché decir que el 2022 fue un año “lleno de desafíos”?

Todavía estamos viviendo las consecuencias de una pandemia. La situación económica global ha interpelado a las economías locales y particularmente a las mujeres en nuestra búsqueda por equidad. Miles de emprendedoras en todo el mundo han visto amenazados sus anhelos laborales y personales. A ratos sentimos impotencia por la poca urgencia de cambiar las cosas para las generaciones que vienen.

Pero la resiliencia es algo que está en nuestra naturaleza. Algunas tuvimos que criar y cuidar en cuarentena, y este año fuimos testigos de las consecuencias que eso ha tenido en nuestros hijos. Otras nos vimos en la obligación de renunciar a nuestros trabajos o directamente, los perdimos. Quizás nos cuestionamos nuestras relaciones y en muchas oportunidades, incluso a nosotras mismas. Pero también, vimos oportunidades en la adversidad. Valoramos las cosas esenciales, priorizamos lo realmente importante y reforzamos esos lazos que nos llenan el corazón. Nos desconectamos para reconectar con nosotras y con lo que nos rodea, y nos importa.

Sí, el 2022 fue un año desafiante, pero haciendo una pausa y mirando por el retrovisor, a muchas nos inspiró a seguir con más fuerza, como estamos acostumbradas. 

Que venga el 2023, porque a nosotras, nada nos detiene.