Angelica Fajul

Angélica Fanjul: “Es retrógrado que las mujeres todavía estemos exigiendo igualdad”

 

Fue mientras estudiaba Ingeniería Forestal que se dio cuenta de que, como mujer, debía pelear por habitar de manera cómoda y natural espacios normalmente masculinos. “Después en mi vida laboral me di cuenta de que si yo tenía una buena idea, tenía que ponerla en el otro, que en general era un hombre, para que creyera que era suya. Y luego, celebrársela. Me costó mucho tiempo darme cuenta de que esto no es normal, porque cada uno debe tomar el beneficio de sus propias ideas”, una declaración de principios de la que sigue haciéndose cargo hoy en un rubro completamente diferente: como una de las dueñas de Fanjul and Ward, agencia que representa y promueve talentos de la música clásica.

Llena de múltiples experiencias y con una capacidad infinita para lograr que las cosas pasen, Angélica se convirtió en una de las piezas claves del Concierto por la Hermandad, producción que dio vida a 4 Mujeres en Sinfonía, una serie audiovisual de cuatro capítulos cuyas protagonistas muestran cómo han ocupado la música como agente de cambio social.

 

¿Cómo fue tu experiencia estudiando Ingeniería Forestal, una carrera tan ligada a lo masculino?

De los 72 alumnos, solo 7 éramos mujeres. Y de mi promoción, solamente me titulé yo. En ese tiempo el patriarcado estaba totalmente normalizado. En la universidad estaba todo el tiempo tratando de ser inteligente para el resto. Pero por otro lado fue estudiando esa carrera que llegué a hacer lo que hago actualmente. Fui presidenta del centro de alumnos y encargada de cultura, y eso hizo que me enamorara de la belleza, de la armonía y de la perfección con el entorno. A eso me dedico: a reunir a personas y piezas para que sucedan cosas bellas.

 

¿Qué cosas has podido detectar de la sociedad desde tu vereda?

Me llama la atención que al buscar auspicios y cosas para diferentes proyectos mucha gente nos dice que no, que no invierten ni en arte ni en música, solo en pobreza y educación. La música en particular y el arte en general crean belleza, y si hay belleza, no hay pobreza. Incluso puede no haber dinero, pero no hay pobreza. Puede haber simplicidad, pero hay belleza. Puede haber poca comida, pero está hecho con belleza. Y cuando eso sucede, eso tiene que ver con educación. 

 

¿Cómo ves el rol actual de la mujer en el mundo?

Hace muchos años me junté a almorzar con una amiga feminista, siendo yo ecologista. Ella me dijo que si la situación de la mujer no cambiaba, el mundo no tenía ninguna posibilidad de prosperar. Yo, desde mi perspectiva, sostenía que era más relevante que cambiara la situación del medio ambiente para que el mundo tuviese una posibilidad. Ahora estoy convencida de que era ella quien tenía la razón. Es retrógrado que todavía estemos exigiendo igualdad, es como si fuéramos animalitos. Me encanta vivir en estos tiempos, ver que pasan cosas que uno ni siquiera había pensado. Las chicas de hoy son maravillosas. Estoy simplemente al lado de ellas, tengan o no razón, porque creo que ni siquiera debiéramos estar en esta discusión, porque las mujeres creamos un espacio de intimidad que es súper necesario para hombres y mujeres.

 

En este camino de generar puentes ¿cuál ha sido tu mayor desafío?

Creo que siempre el desafío más importante es el que tienes día a  día. Cada momento tiene su desafío y uno va teniendo diferentes herramientas para enfrentarlos. 

 

¿Qué mensaje le darías a las mujeres que quieren ser líderes o en temas relevantes para nuestra sociedad?

Que siempre respiren, que se tomen un momento y vayan desde adentro hacia afuera. Que lo que sea que tengan que hacer, primero se conecten con lo que realmente aman y luego salgan a hacerlo afuera. Y que aprendan. Que busquen espacios de aprendizaje para salir de adentro hacia afuera de una manera en que se sientan cómodas y seguras.