Hasta hace pocos años, la RSE era el término que se escuchaba con fuerza dentro de cualquier organización. Esta sigla hacía referencia a la responsabilidad social empresarial, entendida como la tarea de las empresas de hacerse cargo de su impacto en las comunidades y el medioambiente. Pero los tiempos han cambiado y hoy los desafíos son otros. Y así como la RSE estaba enfocada en buscar formas para retribuir, contribuir y aportar a los entornos, y todo lo que rodea a un negocio determinado, esta nueva era está marcada por un concepto completamente nuevo: la DEI o Diversidad, Equidad e Inclusión.

Actualmente, la cultura empresarial se centra en lo interno y en quienes son las personas que conforman la entidad corporativa. El objetivo de contar con políticas e iniciativas en el ámbito de la DEI —e incluso equipos o departamentos dedicados a este tema— es promover espacios de trabajo inclusivos que incorporen todo tipo de talentos. Si bien es altamente probable que en estos tiempos la mayoría de las organizaciones no incluyan políticas activamente discriminatorias al momento de la contratación, es muy probable que, de forma pasiva, sí exista discriminación hacia ciertos grupos. Muchas veces no se incluyen minorías en términos de género, personas con algún tipo de discapacidad o minorías sexuales dentro de los equipos por temor o desconocimiento. 

Según un estudio realizado por la consultora Deloitte, incluir iniciativas DEI ayuda a generar mayor compromiso en los colaboradores, aumentar la productividad y también mejora las tasas de retención de talentos. Hoy, los equipos están siendo integrados de forma masiva por profesionales de generaciones jóvenes que valoran ser parte de organizaciones inclusivas y diversas. Una encuesta realizada por Glassdoor, mostró que un 75% de las personas consultadas afirmó considerar la inclusión y la diversidad como factores importantes al momento de elegir un puesto de trabajo.

Si bien la RSE no debe dejarse de lado, es necesario adaptarse a los tiempos e incluir nuevas ideas, pero sobre todo, es fundamental para el éxito de las organizaciones darle cabida a los valores que mueven a las nuevas generaciones. Porque al final del día las empresas están compuestas de personas, y no pueden desvincularse de quiénes son sus miembros y quiénes conforman sus equipos. 

Fecha: 23 enero 2023

Fuente: Agencia Ritmo Estudio