En esta fecha donde celebramos el amor en todas sus dimensiones, y nos disponemos a compartir nuestro cariño con quienes hacen nuestra vida un poco más especial, muchas veces nos olvidamos de festejar el amor propio. Ese espacio único, que vamos construyendo en el día a día y que no solo nos permite fortalecer nuestra seguridad y autoestima, sino que nos ayuda a sobrevivir en los días más complejos.

Ya lo dijo Miley Cyrus en su última canción: “Puedo comprarme mis propias flores, escribir mi nombre en la arena, hablar conmigo por horas, decir cosas que no entiendes, puedo sacarme a bailar y sostener mi propia mano”. Un verdadero himno que nos recuerda la importancia de mirar hacia el interior, valorando y reconociendo estos espacios como elementos claves para conocernos mejor antes de establecer cualquier tipo de relación amorosa. 

Sin embargo, la psicóloga clínica Macarena Venegas sostiene que cultivar el amor propio se trata de un proceso largo y complejo, que incluso muchas veces se puede sentir como una exigencia más, difícil de alcanzar. Además, explica que, socialmente, hemos aprendido a apreciar este componente en función de nuestras habilidades y quehacer diario, más que en relación a su valor intrínseco. "Es clave mirarnos para darnos cuenta cuál es ese valor más allá de mi función en la sociedad o de lo que me dijeron que hacía bien. Eso es reparador, porque te da la sensación de estabilidad, además de bajar la ansiedad y dar seguridad", indica. 

Para poder practicar el amor propio, dice Venegas, puede ser útil cultivar la autocompasión y ver nuestros avances por muy pequeños que sean, conectándonos desde el disfrute. Por su parte, la terapeuta y coach en bienestar, Elizabeth Jarquin, entrega seis consejos que pueden ayudar en el proceso de la aceptación personal: 

1.   Tener un diario de gratitud: Escribir día a día las cosas por las cuales nos sentimos felices y agradecidas. Eso nos permite mantenernos conectadas en el presente -algo clave para poder cultivar el amor propio-, reduciendo la ansiedad por los proyectos del futuro que pueden generar estrés o desesperanza.

2.   Darse un cumplido: Puede ser al mirarse al espejo o luego de completar alguna actividad compleja. A veces se nos olvida que esos elogios funcionan como refuerzos positivos y nos potencian la sensación de bienestar y felicidad.

3.   Habla contigo como lo harías con una amiga: Nadie haría sentir mal, de manera intencional, a alguien que quiere. Es por eso que es clave imaginar qué le dirías a una amiga frente a las situaciones en las que te encuentras, porque seguramente ese diálogo interno que tienes contigo misma es mucho más duro de lo que podrías exigirle al resto.

4.   Practica mindfulness: Si resuena contigo, dedica tiempo a la meditación. Es una excelente manera de identificar lo que sientes, piensas o quieres en determinados momentos.

5.   Celebra las pequeñas victorias: Casi siempre estamos trabajando sin cesar para cumplir con nuestras expectativas. Sabemos perfecto cuando fracasamos (¡nos lo hacemos notar!), pero cuando logramos ciertas cosas, se nos olvida festejar. Cada logro suma en el progreso, así que regálate un tiempo y celébralo.

6.   Limitar el tiempo en redes sociales: Podemos pasar muchas horas mirando la vida del resto sin darnos cuenta, y eso nos puede llevar a compararnos y juzgarnos con parámetros externos. Delimitar los espacios en redes sociales puede aliviar los sentimientos de soledad, ansiedad o depresión.

Fecha: Febrero 2023
Fuente: Agencia Ritmo Estudio