Efecto Manada: Pastoreo estratégico para mejorar la salud de la tierra

Efecto Manada: Pastoreo estratégico para mejorar la salud de la tierra

Isidora Molina, médico veterinario, es la fundadora de Efecto Manada, un emprendimiento orientado al manejo holístico de la tierra, el que a través de técnicas de pastoreo de animales herbívoros restablece la estructura saludable del suelo y mejora la productividad del terreno. Isidora, ha logrado impulsar una metodología poco conocida en Chile, una forma diferente de conectar la naturaleza, la economía y las personas. Esta es su historia.

El manejo holístico es una metodología creada en la década de los años 60 por el biólogo y agricultor de Zimbabwe, Allan Savory. Esta plantea que el buen manejo del ganado se basa en imitar el comportamiento de los antiguos rebaños de pastoreo salvajes. Fue así como Savory ideó un sistema de planificación y toma de decisiones que ayuda a ganaderos y agricultores a gestionar mejor los recursos agrícolas para cosechar beneficios medioambientales, económicos y sociales de forma sostenible y regenerativa. Isidora Molina (36), médico veterinaria de profesión, conoció ésta metodología cuando trabajaba en el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) y no hubo vuelta atrás. Sin embargo, dar a conocer dicha metodología ha sido un camino de grandes desafíos, donde “poder convencer a alguien para aplicarlo tomó años”, explica Isidora, pero tras su esfuerzo y dedicación, actualmente está más que preparada para continuar expandiendo el manejo holístico.

¿Cómo nace esta conexión que desarrollas con los suelos y la naturaleza, y por qué decides enfocarte a trabajar en ellos?

Estudié Veterinaria porque amo las aves y la naturaleza, el campo me atrajo mucho desde chica. Encontré un excelente lugar para trabajar, donde aprendí mucho sobre ganadería a pequeña escala. Eso fue en Indap, del MINAGRI.

 

Durante estos dos procesos, nunca vi una real conexión con la naturaleza, la economía y las personas en las formas propuestas de trabajar. O fueron al menos insuficientes comparado con lo que puedo ver ahora. Por cosas de la vida me llegó información sobre esta forma de hacer las cosas y de administrar campos, que se llama Manejo Holístico.

 

Es impresionante cómo me abrió los ojos y empecé a entender más profundamente cómo todo está interconectado, cómo cada decisión afecta a muchas cosas al mismo tiempo, más allá de lo que uno quería afectar. Por ejemplo, usar fertilizantes para producir más, a la larga te hace dependiente, mueren insectos y microorganismos, incluso la calidad de ese alimento es mucho más pobre que uno producido sin químicos.

 

Me encantó, y entendí cómo es posible mejorar el suelo, la producción, la ecología y como consecuencia, las finanzas. Por eso lo elegí y me he dedicado a seguir aprendiendo y estudiando en terreno. Es fascinante.

 

Principales desafíos

El manejo holístico es una metodología poco conocida en nuestro país e Isidora se atrevió a sumergirse en ella sin tener prácticamente experiencia al emprender con Efecto Manada. “Poder convencer a alguien para aplicarlo tomó años así que al principio trabajé por trueque y con un fondo que gané del MINAGRI. Ya con eso pude empezar a tener algunos pocos clientes, a aprender más y a atreverme a seguir”, cuenta sobre sus comienzos. “Hoy es más fácil, la gente llama pidiendo ayuda a través de las asesorías y quieren aprender con nuestros cursos. Estamos trabajando fuerte con la Universidad Católica y con una red que va creciendo para expandir la ganadería regenerativa. Diría que vamos muy bien encaminados, ¡pero falta mucho aún! Son millones de hectáreas que necesitan recuperarse, secuestrar carbono, retener e infiltrar bien el agua que se pierde día a día, porque tenemos suelos pobres que no pueden usarla bien”.

¿Ha sido difícil moverse en esta área siendo mujer y habiendo empezado tan joven? ¿Se han notado cambios con el paso de los años?

La verdad es que sí, pero también ha ido cambiando. Al principio tenía que hacer muchos esfuerzos por entrar en conversaciones y que me tomaran en cuenta. Y esto desde mi primer trabajo en INDAP, donde habían muchos hombres de más edad y/o muy convencionales, que te podían hacer sentir muy incómoda. Desde luego que también siempre ha habido personas que no tienen esta mirada sexista o machista que me dieron grandes oportunidades y apoyo. Tal vez porque ya tengo más edad y más experiencia y el comportamiento de la sociedad ha ido cambiando en favor de las mujeres, ¡me siento muy cómoda! También hay algo de actitud, de dejar la competencia, de no tener que validarme a la fuerza y eligiendo con quién trabajo. Ya sabemos que todos y todas tenemos las capacidades de hacer lo que queremos hacer, aprender y movernos más libres.

 

¿Qué ha significado Efecto Manada, no solo para tu trabajo sino que para tu vida?

Es como un sueño hecho realidad. Quería inventar un trabajo que me permitiera viajar y estar entre la ciudad y el campo, de conocer gente y aprender. También quería encontrar un trabajo que me llenara el corazón, nunca pensé que iba a ser para tanto. Así es que Efecto Manada me ha dado muchas alegrías, emociones, infinitos desafíos y también penas y cansancio, pero no me imagino en otra cosa.

 

Es parte de mi vida y la afecta en varios sentidos. Tengo una hija de 4 años que muchas veces tengo que dejar en Santiago (siempre muy bien acompañada), veo menos a mis amistades y me pierdo cosas importantes a veces. Por otro lado, puedo viajar con mi hija también, me acompaña a algunos campos y es lo máximo recorrer caminos tan lindos que llegan a campos con personas amorosas que se interesan mucho en lo que hacemos en conjunto. Ha sido muy evidente el cariño y apoyo de toda mi familia y amigos, y eso lo agradeceré siempre. Lo que más me gusta es que esto siempre va cambiando y el conocimiento va creciendo.

 

¿Qué cambios te gustaría ver en un futuro en esta área y de qué forma te gustaría estar implicada en ellos?

 

Me gustaría, que por el bien del planeta incluidas las personas (para poder seguir habitando el campo, tener alimentos sanos sin tóxicos y nutritivos, agua limpia y abundante, etc.) se sumaran cada vez más campos y tierras que se pueden regenerar (o reparar). Para esto es necesario que miles de personas se capaciten y ganen experiencia.

 

Es posible revertir el daño que hemos causado a los suelos y el ecosistema. También es posible tener empresas rentables y buenos trabajos, y que estos trabajos sean gratificantes, tranquilos y con menos complicaciones que las que vemos hoy, cuando muchos dependen de insumos externos gastando de forma excesiva

 

Existe información, experiencias muy buenas, y como en todo, otras no tan buenas. Pero ya en más de 20 países se está aplicando y expandiendo, es como si no hubiera vuelta atrás. El mercado también lo está pidiendo.