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La electromovilidad ya no es el futuro, es hoy

La electromovilidad ya no es el futuro, es hoy
 

Hace solo algunas décadas, los autos eléctricos parecían ser una idea futurista, algo que pertenecía en ese entonces, al mundo de la ciencia ficción. Sin embargo, la electricidad como medio de propulsión en vehículos está lejos de ser algo nuevo. Ya a fines de 1800, en Inglaterra, se diseñó y fabricó el primer auto eléctrico distribuido comercialmente. Pero a pesar de ser una invención más bien antigua, la revolución de los autos eléctricos sí que es un fenómeno moderno. Y llegó para quedarse. Para una sociedad cada vez más consciente del impacto que tenemos sobre nuestro planeta, los autos eléctricos son un paso natural hacia una movilización eficiente y responsable. Por todo esto, cada vez es más común ver en las calles de la ciudad diversos servicios de transporte que funcionan con propulsión eléctrica. Un método que evita el uso de combustibles fósiles como la gasolina, el gas o el diésel y que contribuye al cuidado del medio ambiente.

Los autos eléctricos han ido ganando cada vez más terreno y han pasado a representar un segmento cada vez más importante del parque automotriz en Chile. Su popularidad es tal que, según datos del INE, de los 5,5 millones de permisos de circulación que se entregaron en 2020, 2.866 corresponden a vehículos eléctricos o híbridos, que funcionan con una combinación de gasolina y electricidad.

Y la tendencia sigue yendo al alza cuando se trata de preferir la electricidad por sobre otros combustibles. Para 2022, el plan de Estrategia Nacional de Electromovilidad pronosticó mayores ventas de vehículos eléctricos en base al fenómeno y las cifras observadas el año anterior. Y es que, durante 2021, el total de vehículos de cero o bajas emisiones contaminantes alcanzó el 0,8% del total de las ventas de autos en nuestro país. Puede parecer una cifra baja, pero es representativa de una tendencia clara: los autos eléctricos ya no son una invención del futuro, sino que son el futuro de la movilidad urbana.

Frente al consenso respecto a los beneficios de la electricidad como medio de propulsión de vehículos, fomentar la preferencia de los consumidores por autos eléctricos es muy importante. Pero masificar este tipo de movilidad a toda la población implica grandes desafíos. Probablemente, uno de los más relevantes en nuestro país tiene relación con la infraestructura especializada que requiere este tipo de vehículos. Contar con puntos de carga y la planificación territorial necesarios para establecer una red amplia de estaciones para vehículos eléctricos, es sin duda un factor decisivo para quién evalúa la posibilidad de comprar uno. Y poder proveer a los usuarios de estos elementos fundamentales, es clave para hacer de la electricidad la nueva norma en el ámbito automotriz.