Fernanda Vicente, presidenta de Mujeres del Pacífico

Fernanda Vicente, presidenta de Mujeres del Pacífico

“Inspiramos, motivamos y orientamos a las mujeres, para que vean en el emprendimiento una oportunidad personal de desarrollo económico”.

 

Fernanda Vicente es de esas mujeres multifacéticas y creativas, su inquietud por sembrar pasión y motivación por buscar nuevas oportunidades, crecimiento personal y profesional son dignas de admiración.

Es creadora de una empresa B (explicar brevemente lo que es una empresa B) que fomenta el desarrollo de proyectos sustentables, sostenibles y de impacto en todos sus niveles enfocado a mujeres emprendedoras de Chile y Latinoamérica. En plena pandemia pudimos conversar con ella sobre su quehacer, los emprendimientos y un nuevo proyecto.

Eres periodista y en un comienzo trabajaste en revistas de moda, ¿cuál fue el clic que te hizo cambiar de rumbo y ponerle foco a emprender?

He tenido la suerte de tener importantes referentes de emprendedores en mi familia. Mi papá, Alvaro Vicente, en el rubro forestal e inmobiliario, mi suegra, Macarena Rivera, con su tienda y mi abuela Amélie Clavé, quien también se dedicó al rubro inmobiliario. Mi mamá siempre ha tenido un espíritu súper emprendedor, pero la ha desarrollado desde su profesión. Cuando estaba en la universidad nunca se me pasó por la mente emprender, no estaba en mi horizonte, pero tuve la oportunidad que mi suegra nos dio a mi cuñada, Macarena Concha y a mí, de traer la representación de BCBG a Chile. Ese fue el comienzo de mi camino emprendedor, aprendí muchísimo y me conectó con el lado empresarial de mi familia y ya no hubo vuelta atrás. Me enamoré de la posibilidad que da el emprendimiento de crear valor, no sólo para uno, sino también para la sociedad.

Tu carrera indica que eres una mujer inquieta, ¿cómo logras materializar las ideas y 'hacerlas todas'?

Mi cabeza no para ni un segundo. Participo de muchos mundos al mismo tiempo, de mi empresa B, Mujeres del Pacífico - donde además de trabajar con mis socias y el equipo para hacer crecer una empresa social en 5 países, trabajamos en terreno con mujeres de todos los segmentos e industrias-, de la academia, porque soy profesora de innovación en varias universidades (USACH; Universidad de Chile; Universidad Católica y Finis Terrae), y también desde el directorio de tres empresas, Banco Scotiabank, Nexus y Constructora LD. Esta amplia mirada, me da la posibilidad de estar con muchas personas, de participar de muchas conversaciones y conocer muchas realidades diversas y algunas incluso opuestas, lo que me genera un gran estímulo para crear nuevas ideas y soluciones, junto a equipos extraordinarios. Solo trabajando en conjunto con otras y otros se logran cosas, jamás hubiera logrado nada sola.

¿Siempre pensaste emprender con un foco social?

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La verdad no, al principio solo emprendía por lo interesante de los desafíos, pero fui entendiendo que el emprendimiento es un enorme motor de desarrollo. ¿Por qué solo yo me tenía que beneficiar de ello? ¿Por qué no ayudar a otras personas que también pudieran lograrlo? En ese camino me invitaron a participar del primer directorio de la Asociación de Emprendedores de Chile (ASECH) y pude validar que Chile necesita ser un país de emprendedores para llegar al desarrollo. También me di cuenta que a las mujeres les cuesta mucho emprender y hace 8 años atrás, junto a un grupo de mujeres maravillosas, fundamos Mujeres del Pacífico.

¿Cómo se resuelve la fórmula de querer ayudar a otros a emprender y a la vez desarrollar un modelo sustentable propio?

Siempre pensamos que fuera una empresa y no una fundación, porque creemos en el poder de las empresas para transformar la sociedad. Ahí nos encontramos con el modelo de Empresas B y fue como haber encontrado el camino. Lo que buscamos es poder ayudar a la mayor cantidad de mujeres posibles, tenemos una meta de 20 millones de mujeres y junto con que a ellas les vaya bien, que a nosotros también. Es un camino de crecimiento conjunto, nos tiene que ir bien económicamente para que podamos apoyar a todas las mujeres. Hemos estudiado que cada mujer impacta al menos a 5 personas en su entorno cuando se empodera económicamente, imagínate si podemos llegar a impulsar a 20 millones en Latinoamérica, sería otro mundo.

¿Quién o qué te inspira en lo profesional? 

El otro día me tocó en una reunión oír a un niño que había sido estudiante de Enseña Chile y que ahora es profesor, decir que "uno se construye en base a las historias de otros" y me hizo tanto sentido. Me inspiran mujeres y hombres todos los días, creadores, luchadores, que no se resignan a los ‘no se puede’, que trabajan fuerte para empujar la frontera de lo posible. En Chile son miles y me inspiran desde las mujeres que lideran las ollas comunes, mis alumnos, mi familia, mis amigas, los del movimiento de Empresas B, de la Asech, Kodea, las personas que dedican su vida al servicio público, las madres jefas de hogar, mis compañeras y compañeros de los directorios, la verdad cada día me voy construyendo gracias a quienes voy conociendo en mi camino.

 

¿Cómo estamos las mujeres emprendedoras en Chile? ¿Cuánto hemos avanzado en estas materias?

Hemos avanzado harto, hay cada vez más mujeres que emprenden por oportunidad o por necesidad, somos más de 1 millón en Chile, pero las brechas son enormes. Hay falta de acceso a formación adecuada para emprender, a las cadenas de valor, a ser visibles para el mercado y la sociedad y como consecuencia de lo anterior, a acceder a financiamiento para poder emprender y crecer.

Ojalá algún día Mujeres del Pacífico haya cumplido su propósito y ya no tenga razón de existir, pero aún nos quedan enormes desafíos. La Pandemia ha aumentado todas esas brechas y tenemos que trabajar con más fuerza para lograr una reactivación con igualdad y sostenible, y la verdad, la tarea no está fácil.

¿Qué medidas han tomado precisamente por la Pandemia?

Estamos muy orgullosas y orgullosos como equipo de haber lanzado junto a Corfo la primera Universidad para las emprendedoras, 100% gratuita, 100% en línea, 24/7 y sin ningún pre requisito y ya se han matriculado más de 5.000 mujeres en 60 días. Vamos a seguir dando la pelea para que todas las mujeres tengan las mismas oportunidades.

Cuéntanos de la iniciativa #portodas

#Portodas es una iniciativa colaborativa, donde más de 30 organizaciones que estamos trabajando con las mujeres que lideran ollas comunes, las mujeres que se levantaron contra el hambre de sus vecinos y hoy están alimentando a Chile. Estamos trabajando con ellas no sólo en apoyo con el alimento, si no en armar una gran red nacional de líderes, fortalecer sus competencias y re- tejer, entre todas, el tejido social de Chile. Como dicen ellas "Chile necesita una Gran Olla Común" y en eso estamos trabajando, co- creando una nueva manera de relacionarnos, de crear bienestar para todas y todos y para crear política pública con las personas.

 

¿Qué dificultades nos falta por sortear aún?

Los paradigmas mentales, en Chile lo primero que nos encontramos siempre es "no se puede", por miedo a lo desconocido, por comodidad, por mirar hacia nuestro propio mundo, no lo sé, pero la verdad cuando uno ve a mujeres que viven en los barrios más vulnerados del país, que con nada alimentan a cientos de miles de personas diarias, se transforma en un "sí se puede".

Las crisis me dan esperanza, soy una agradecida de vivir en este momento histórico, porque hoy más que nunca, sí podemos solucionar problemas resignados y en conjunto con mundos diversos.

Tengo la fe y la convicción de que somos las mujeres chilenas las que vamos a crear una nueva base social, más inclusiva, justa y cariñosa.

 

Trabajas en un montón de cosas y tu agenda es muy ocupada, si obviamos esto, ¿qué desafío te gustaría asumir?

Todos los que la vida me ofrezca, he sido privilegiada con buena educación, una familia maravillosa, increíbles amigas y amigos, y con las capacidades para trabajar duro y poder cambiar cosas y sé que ese privilegio se me dio para usarlo como puente para conectar con otras personas y lograr en conjunto cosas que parecían imposibles.