Josefa Cortés

Josefa Cortés, fundadora de Palpa: “La  información es la mejor herramienta para combatir el cáncer de mama”

Fue mientras cursaba su último año de Diseño que a Josefa Cortés (25) se le ocurrió crear un dispositivo para promover el autoexamen mamario. Este proyecto lo presentó en su título de la Universidad Católica y después de varios ensayos de prueba y error, se transformó en Palpa (@palpacl), un start up que hace un año se lanzó al e-commerce y que ofrece a sus usuarias un dispositivo de silicona que, con la ayuda de jabón líquido, permite simular la presencia de un tumor mamario. 

Por estos días, su agenda ha estado muy copada. Viene bajándose del avión desde Estados Unidos, donde participó en el programa ChileMass, que mediante charlas, mentorías y capacitaciones busca apoyar a emprendedores tecnológicos, facilitando el acceso al ecosistema innovador de Boston, Massachusetts. Todo con el objetivo de generar redes de contacto y facilitar colaboraciones con actores internacionales. 

Pero su cabeza no ha estado solo puesta en eso. Con Palpa, ha estado gestionando campañas tanto internas en empresas, como también en medios de comunicación y con diversas marcas, en el marco del Mes Internacional de la Sensibilización sobre el Cáncer de mama. “La idea es hacer una campaña cercana, que llegue a las mujeres menores de 40 años, porque el 30% de los casos de cáncer en Chile están en ese segmento etario”. 

Palpa nace en 2020 como parte de tu proyecto de título. ¿En qué te inspiraste para presentar este dispositivo? 

Justo cuando estaba en ese proceso, a Jovita, una increíble mujer que ha trabajado toda la vida en mi casa y es parte de mi familia, le diagnosticaron un cáncer de mama avanzado. Por suerte con el tiempo logró superarlo y sobrevivir, pero lo impactante de su historia es que ella sintió este poroto por mucho tiempo y pensaba que era algo normal, que podía ser de grasa y nunca se lo fue a ver. Fue cuando yo estaba en el proyecto cuando ella tuvo que vivir todo el proceso de un cáncer más duro, con quimioterapia y radioterapia de varias sesiones. Si ella hubiese tenido más información, se hubiese atendido antes y el tratamiento hubiese sido menos invasivo. Ahí me pregunté: ¿Por qué ella no supo distinguir ese tumor? ¿Yo, que no me hago mamografías, sabría hacerlo?

Luego de presentar tu proyecto en la universidad, ¿cómo diste el paso para que Palpa se transformara en una start up? 

En ese período me llegó un mail de la UC para postular a un concurso de un jurado de Miami y postulé explicando por qué esto podía ser un emprendimiento y quedé seleccionada. Después del título, presenté mi proyecto y les encantó. Ahí pensé: si con un prototipo que con suerte funciona -porque en ese entonces estaba solo la idea- me fue bien, esto tiene potencial. Estaba a punto de decidir si emprendía o me ponía a trabajar. Y cuando pasó esto, se me abrieron las puertas y me dije: ya, no pierdo nada, veamos cómo me va.  

En octubre de 2020 lanzaron los primeros productos por el e-commerce. ¿Cómo fue hacer esta primera producción en plena pandemia? 

Nos tuvimos que adecuar, como todos, porque el levantamiento efectivamente lo hicimos en plena cuarentena. Lo más difícil fue el tema de la producción, porque habían fábricas cerradas y no nos podían prototipar. Entonces eso se demoró más, pero logramos encontrar a un productor chileno de silicona y nos tiramos a la piscina. Ahí mandamos a hacer un prototipo que fue el que se lanzó hace un año, aunque había muchas cosas que mejorar. Si bien el tema productivo fue complejo, la pandemia nos facilitó las reuniones porque pudimos conectar con gente que antes, quizás, no hubiésemos podido. 

En Chile aún no hay tanta conciencia respecto a esta enfermedad. ¿Por qué crees que ha costado poner el tema sobre la mesa? 

Siempre ha sido muy tabú. Entrevisté a mucha gente con cáncer de mamá y varias de ellas me decían que evitaban el tema, entonces nunca le enseñaron a sus hijas a hacerse el autoexamen. Eso lo encontré impactante, pero actualmente hay una cultura de romper esos tabúes. Las mujeres reciben mejor la información, siempre y cuando se busque un tono amable. Más allá de octubre, nosotras hemos subido contenido a lo largo de todo el año. Es importante encontrar el tono en cómo hacerlo, concientizar sin decir: "hazte el examen o sino te vas a morir ". Con eso se espanta a las personas, versus una versión amigable que puede ayudar a tantas más. Como Palpa, buscamos concientizar.

¿Alguna vez se te ha acercado alguien a comentar su experiencia con tus productos? ¿O su historia con el cáncer de mama?   

Hace poco se me acercó una mujer en un matrimonio y me dio las gracias porque se había encontrado un tumor que era malo gracias a la información de Palpa, y logró detectarlo a tiempo. Es impresionante pensar que sí hay mujeres que les va a ayudar esta comunicación más cercana y de romper tabúes. Además, me ha pasado que muchas me han escrito para desahogarse, porque están preocupadas por sus mamografías y se ha armado una red donde las mujeres comentan. Hay ganas de compartir. Muchas me dicen 'antes no había pensado en esto, ahora está presente en mi rutina'. Mis amigas ahora conocen el tema y muchas se han interiorizado solo por el hecho de que esté en la red y se hable más. Es increíble que te confíen todo eso. Uno se siente pagada por lo que ha hecho. 

¿Qué lecciones has sacado trabajando en el área de cáncer siendo una persona que no proviene del área de la salud? 

Al ser diseñadora jamás piensas que vas a terminar trabajando en esto. Ahí te das cuenta que la información es la mejor herramienta para combatir esta enfermedad. Hay muchas patologías que, solo con saber y conocer algunas cosas de nuestro cuerpo, podemos detectar a tiempo. Lo que más me ha ayudado es a tomar consciencia de eso. Que uno no tiene que preocuparse a los 40 o 50 años, sino desde ahora. 

¿Has tenido momentos críticos durante tu emprendimiento? 

A muchos nos ha pasado pensar 'por qué estoy haciendo esto' y por qué mejor no me empleo o busco algo que me asegure más, porque lo más difícil de emprender es la inestabilidad. Tengo la suerte de tener una edad en la que no tengo que mantener a nadie, entonces estoy más segura en ese sentido, y creo mucho en el proyecto como para dejarlo. Lo otro que me ha costado es separar horarios laborales con los espacios para mí, porque cuando emprendes, no existe el fin de semana. Hay que trabajar, pero es importante dejarse esos momentos para no abrumarse.

¿Cómo proyectas Palpa en el futuro? 

Nos encantaría poder replicar lo de Chile en otros países, pero también abarcar otras áreas. Que Palpa sea una marca que acompaña a la mujer en las distintas etapas de su vida, de manera amigable. Que sea una marca que uno quiera.