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Lenguaje no verbal en los negocios

Un mensaje no verbal es cualquier tipo de comunicación entre personas que no tiene una traducción oral exacta. Puede manifestarse en cosas sutiles y simples como la entonación de la voz o las expresiones faciales, así como en actitudes intencionadas y directas como la posición del cuerpo y el vestuario.

Lamentablemente, si hablamos de negocios y comunicación efectiva probablemente la primera idea que se nos viene a la mente es la de alguien directo y que logra imponer su opinión. En la voz más fuerte. Pero para comunicar de manera asertiva, no solamente contamos con palabras. De hecho, las investigaciones han mostrado que la oralidad puede no ser la mejor estrategia para entregar un mensaje.

La experta en lenguaje corporal y autora del libro Snap: Making The Most of First Impressions, Body Language and Charisma, Patti Wood, explicó en una entrevista para Forbes que durante una interacción con otra persona podemos intercambiar hasta 10,000 señales no verbales. Es decir, un enorme porcentaje de lo que decimos no está en lo que hablamos, sino en cómo hablamos, nos movemos, nos posicionamos y un sinfín de elementos que conforman la comunicación no verbal. 

La ciencia lo respalda. A principios de la década de los 70, el profesor de UCLA en Estados Unidos Albert Mehrabian, explicó en su libro Mensajes Silenciosos que hasta un 93% de lo que comunicamos no se transmite a través de dichos, sino a través de lenguaje no verbal. Su publicación fue incluso más allá e indagó en los aspectos de la comunicación no verbal más relevantes para transmitir un mensaje. Sus conclusiones muestran que más de un 50% de lo que decimos a otros se transmite a través de la corporalidad o el lenguaje corporal. El 40% restante a través del tono de voz.

Tal como lo explicó Amy Cuddy, profesora de Harvard Business School en su Charla TED, la sonrisa, la mirada y la postura son elementos muy poderosos a la hora de comunicar. “A partir de lo que dice el lenguaje no verbal la gente puede inferir qué tan confiables somos, qué tan fuertes somos, cuán competente es una persona o cuánto nos agrada”, explicó en la exposición. Y agregó que estas inferencias determinan de manera muy directa nuestras decisiones en distintos escenarios y, por ello, es clave cuidar nuestro mensaje en su conjunto. No solamente nuestras palabras.

Según los especialistas, mantener contacto visual, un saludo de manos firme, usar gestos adecuados al hablar y llevar un vestuario acorde, son todas herramientas que contribuyen a comunicar nuestro mensaje, pero también a transmitir la imagen que queremos. Y, sin duda, cuando hablamos del mundo laboral y los negocios queremos siempre entregar confianza, seguridad y credibilidad a nuestros interlocutores.