Los beneficios de vivir en silencio

Los beneficios de vivir en silencio

Cuando hablamos de un retiro de silencio, probablemente pensamos en religión, fanatismo o, incluso, en un castigo. Porque desde niños aprendimos a asociar el ruido y el bullicio con alegría, vitalidad y libertad y, por el contrario, a entender el silencio como una señal de censura e incluso algo que se asocia a la muerte. Sin embargo, el silencio es mucho más que las significaciones sociales que le ha entregado el mundo contemporáneo. Se trata de un estado natural del ser humano que, muchas veces, y sobre todo en el contexto actual, es relegado a la más mínima expresión. No es una práctica que se experimenta de forma frecuente.

El libro Silence: The Power Of Quiet In A World Full Of Noise escrito por el maestro Zen Thich Nhat Hạnh explica porqué el silencio es una tremenda herramienta que los seres humanos hemos dejado de usar en la era moderna. “Pasamos mucho tiempo buscando la felicidad cuando el mundo a nuestro alrededor está lleno de maravillas”, explica el monje en su libro. “Pasamos corriendo como si hubiese otro lugar mejor al que queremos llegar. Hay belleza que nos llama cada día, cada hora, pero rara vez estamos en condiciones de escuchar”, agrega. Para el maestro Zen Thich Nhat Hạnh, el silencio es esa llave y la “condición básica para poder escuchar el llamado de la verdadera belleza”. La ciencia también se alinea con esta noción que el maestro Zen -de origen vietnamita-, observó en la práctica con las personas que participaban de sus retiros de silencio. Un estudio publicado en 2013 por la revista científica Brain Structure and Function, mostró que el silencio durante un espacio prolongado de tiempo ayuda a la proliferación de células cerebrales, específicamente en el hipocampo, un área vinculada a la memoria y el procesamiento de emociones. 

Y desde la evidencia de quienes han experimentado con retiros de silencio, pareciera ser que los beneficios son todavía más amplios. Mayores niveles de productividad, paz interna, un sentido más pleno de autoconsciencia y aumento de la creatividad son algunas de las experiencias que reportan personas que se han sometido o periodos voluntarios y prolongados de silencio. 

Pero un retiro de silencio no es la única forma de lograr este estado, ni tampoco asegura que podamos llegar a él simplemente por encontrarnos en un ambiente libre de ruido y sonidos externos. Thich Nhat Hạnh explica en su libro que lo que nos impide acceder a los beneficios del silencio muchas veces tiene que ver con nuestro mundo interior, y no con lo que está pasando afuera. “Es como si una radio estuviese constantemente sonando dentro de la cabeza. La radio de los pensamientos sin fin”, explica. El maestro zen agrega que, sin silencio interno, es fácil dejarse arrastrar hacia el ruido y la contaminación de los arrepentimientos del pasado o la angustia y la ansiedad que nos genera el futuro. Para obtener los beneficios profundos del silencio no basta con cerrar la boca y aislar el sonido exterior, hay que acallar también los pensamientos.

Una publicación hecha por el autor Vijay Eswaran en Harvard Business Review aborda la técnica de la Esfera del Silencio, creada por él mismo a partir de las enseñanzas de su abuelo quien, cada mañana, se mantenía en silencio por una hora porque “abstenerse de hablar por un periodo de tiempo cada día le traía paz interior y lo ayudaba a escuchar de forma más atenta”. A partir de esa experiencia fue que Vijay Eswaran comenzó a prestar atención a todas las instancias en las que personas de diferentes culturas y creyentes de diferentes religiones en todo el mundo tenían prácticas de silencio como parte de sus rutinas. A partir de toda esa observación, desarrolló la técnica de la Esfera del Silencio para alcanzar ese estado de verdadera quietud interior y lograr incorporarlo como un hábito de vida en un mundo que, por regla general, nos agobia de ruido.

La estrategia consta de 3 fases que deben completarse en un lugar silencioso en el que podamos estar sin ser interrumpidos. La propuesta de Vijay Eswaran son segmentos de 30, 20 y 10 minutos que permiten completar una hora continua de silencio pero, si eso todavía no es posible, el autor aclara que se puede comenzar a practicar con intervalos de tiempo más cortos. La idea es que durante el tiempo que decidamos dedicar a nuestra Esfera de Silencio logremos enfocarnos por completo en las actividades y reflexiones que propone Vijay Eswaran. 

El autor explica que, durante la primera fase de silencio, la tarea consiste en tomar nota de cuáles son nuestras metas a corto, mediano y largo plazo y revisar el avance de las metas que nos hemos propuesto el día anterior. La segunda etapa del proceso consiste en dedicar 20 minutos a la lectura de algún libro que tengamos en la lista de pendientes. La idea es elegir un texto que nos entregue alguna enseñanza o aprendizaje -como libros sobre investigaciones y no ficción-, y luego tomar nota de las ideas que hemos extraído de la lectura. El tercer componente que completa la esfera es la práctica de la conciencia plena o mindfulness. Al observar nuestros pensamientos durante los últimos minutos de esta rutina, se consolidan los beneficios de las etapas anteriores. También es una buena forma de abordar emociones negativas, como la rabia o la negatividad, porque nos permite llegar a ese espacio de calma mental que muchos anhelan, pero que se suele buscar en lugares equivocados.