Mujeres en Directorios

El significativo aporte de las mujeres en directorios


 

Las mujeres sin duda han conquistado territorio en el mundo laboral. Cada día son más las que logran compatibilizar la vida familiar —y muchas veces también la maternidad— con carreras y puestos de trabajo altamente demandantes. Y si bien miles de mujeres están a la altura de los desafíos que representan los altos cargos y las posiciones de poder dentro de las organizaciones, son pocas las que logran acceder a estos puestos en los que se toman las decisiones que dan dirección y marcan la pauta en el mundo de los negocios.

Una de las herramientas para combatir esta falta de equilibrio es la implementación de leyes de cuotas que buscan fomentar la paridad de género al interior de las organizaciones. Se trata de normativas que exigen a las instituciones y empresas incorporar paulatinamente a un cierto número de mujeres dentro de sus equipos directivos hasta llegar a porcentajes paritarios. Sin embargo, en Chile, no contamos con este tipo de legislación para empresas privadas y los datos y porcentajes de participación de mujeres en directorios es un reflejo de ello.

Según el estudio Modelos de Diversidad de Género en los Directorios elaborado por Comunidad Mujer en conjunto con la OIT, casi un 80% de las empresas chilenas tienen solo una mujer como miembro de su directorio o simplemente no tienen a ninguna. Si bien la tendencia ha sido al alza —en 2020 el porcentaje de mujeres en directorios era un 10,2% y en 2021 fue un 12,7%, los avances son lentos. Y las cifras actuales nos posicionan entre Lituania y Hungría como uno de los últimos países en la lista de la OCDE cuyo promedio de directoras mujeres es de 26,7%.

Iarhemy Figueroa, Directora de la Red de Mujeres en Alta Dirección REDMAD, CEO y fundadora de Neways.Work, explica que nuestros números rojos en términos de paridad perjudican a las propias organizaciones que se resisten al cambio. “La evidencia indica que las empresas con más mujeres en puestos de alta dirección tienden a mostrar un mejor desempeño financiero y organizacional”, comenta Iarhemy. Además, agrega que según un estudio de la consultora McKinsey, en promedio, las ganancias de las empresas con representación de mujeres en el directorio y en el comité ejecutivo, pueden llegar a ser un 55% superiores a las de las empresas sin mujeres en posiciones de liderazgo. “Incorporar mujeres a los directorios aporta a la eficiencia económica, potencia la creatividad y la innovación, el trabajo en equipo, vínculos más variados con el entorno, contribuye a la reputación de la compañía y, además, es clave en el efecto spillover, entre otros beneficios”, comenta. Todo eso sin siquiera considerar uno de los efectos quizás más evidentes pero muchas veces subestimado: incluir mujeres implica considerar la perspectiva de un 50% de la población que no está siendo visibilizada ni representada en el mundo empresarial. 

Y para esta mitad de Chile que apenas ha tenido un lugar en las reuniones de directorios hasta ahora, las leyes de cuotas podrían ser la llave que les abra esa puerta. “La evidencia muestra que tenemos que acelerar el ritmo, porque siguiendo a esta velocidad, la paridad en Chile se alcanzaría en varias décadas más”, comenta Iarhemy Figueroa. La Directora de REDMAD explica que las leyes de Cuotas de Género son una fórmula para impulsar en el corto plazo una mayor participación de la mujer en la alta dirección, y que en países en los que se han implementado este tipo de legislaciones como España, Reino Unido, Italia y Francia, la participación femenina en directorios actualmente supera el 25%. “Creo que el talento no discrimina por género pero cada vez que se deja de considerar mujeres en los diversos equipos existe talento que se pierde”, explica Iarhemy. “Si además recordamos el alto nivel de preparación, conocimiento y experiencia de las mujeres profesionales, no veo motivos, más allá que inercias culturales, por los cuales no existe la representatividad que debiese haber en la alta dirección”.