Desde hace años se considera que el networking es uno de los pilares fundamentales para una carrera exitosa ya que genera conexiones con otras personas y organizaciones. 

Un ejemplo de cómo el networking puede provocar la diferencia entre el éxito o el fracaso es el caso de Bill Gates. El creador de Microsoft logró forjar su imperio gracias a las conexiones que le permitieron iniciar su proyecto. La madre de Gates participaba en una junta directiva con un importante ejecutivo de IBM y la forma cómo se refirió al negocio de su hijo habrían aportado al crecimiento de Microsoft, según una publicación del New York Times. Esto, porque cuando el consolidado gigante de la computación IBM buscó a un socio para externalizar su proyecto Chess, la intervención de la madre de Gates permitió que Microsoft —en ese entonces una empresa con pocos años de trayectoria—, se adjudicara el negocio.

El profesor de sociología y management de la Universidad Northwestern, Brian Uzzi, se ha dedicado a investigar precisamente cómo opera el fenómeno que dio el puntapié inicial al éxito de Microsoft. A lo largo de sus investigaciones, ha abordado por qué la formación de redes en contextos laborales resulta tan importante. Además, explica cómo debemos ponerlo en práctica para que realmente sea una estrategia efectiva.

 

Saber usar los recursos

Brian Uzzi habla de diferentes técnicas para asegurarnos de que estamos sacando el mayor provecho a nuestra capacidad de networking. Una de ellas es crear un mapa de nuestra red, enumerando nuestras conexiones con personas relevantes y analizando cómo y bajo qué circunstancias los hemos conocido. De esta forma, Uzzi explica que no sólo es posible tener mayor claridad de los recursos con los que contamos, sino también identificar cuáles son las instancias y dinámicas más provechosas para hacer networking.

Otro de los elementos clave que menciona el profesor de la Universidad Northwestern es asegurar que nuestra red no se vuelva una cámara de resonancia. Para esto, si observamos que hemos sido nosotros mismos quienes hemos presentado a esos contactos clave en la mayoría de las oportunidades —hemos operado como el conector—, puede ser que nuestra red se esté volviendo repetitiva. Es importante no solo tomar la iniciativa y vincular a otros, sino aprovechar las oportunidades que otros nos ofrecen de conocer a nuevas personas.

Según explica el investigador Randall Collins de la Universidad de Pennsylvania, haber sido capaces de relacionarse y operar como transmisores y receptores de información generando vínculos productivos fue lo que hizo de Picasso, Freud e incluso Pitágoras eminencias creativas de sus respectivas eras. 

Muchas veces pasamos por alto la importancia de la interacción social en el ámbito del trabajo, pero conocer y establecer vínculos con colaboradores, mentores y clientes en el momento adecuado puede marcar un antes y un después en la trayectoria laboral o en el desarrollo de un proyecto de negocios.