Rosa Herrero

​​​​Rosa Herrero, Manager de Relaciones Públicas del equipo Mercedes-AMG Petronas de la Fórmula 1: “Muchas mujeres quizás no han llegado al automovilismo por barreras de información”

​​Su madre es chilena, su padre español. No suele dar entrevistas, pero en esta oportunidad accedió a conversar con She´s Mercedes Chile. Rosa Herrero llegó fortuitamente a la Fórmula 1, pero hoy no imagina su vida sin el automovilismo. Abogada de profesión, actualmente trabaja codo a codo con el piloto británico y pentacampeón mundial, Lewis Hamilton. Una labor frenética, pero que -afirma con propiedad- es parte de su estilo de vida. “Toda mi vida está en función de las carreras. Afortunadamente, mi familia, mi novio y amigos me apoyan mucho. El entorno se va a adaptando un poco a este ritmo, aunque mucha gente no aguanta y se va porque es cansador”, cuenta.

Su puesto se lo ha ganado a punta de esfuerzo. Comenzó invitada por una amiga como host de diversos eventos de la industria del motorsport, específicamente en la categoría DTM, hasta que la invitaron a cumplir la misma función en una carrera de Fórmula 1 para el equipo Mercedes.  Poco a poco empezó a tomar más responsabilidades, hasta que llegó al área de las comunicaciones, también de manera fortuita. Un tránsito que jamás vio venir en su carrera, pero que la ha llevado a romper con las barreras tradicionales de género, que muchas veces se asocian a este rubro. “Mi madre me crió pensando que puedo hacer y ser lo que yo quiero en la vida, y pienso que las chicas de la Fórmula 1 tienen experiencias similares. El problema es que muchas no saben que hay una oportunidad de desarrollo aquí. Mi mejor amiga es una loca por los coches, pero nunca pensó en esto como un oficio. Yo estoy trabajando en algo que es el sueño de ella, pero que no se concretó porque no había suficiente información o suficientes caras que pudieran representar esta posibilidad, que es para todas. Muchas quizás no llegaron por esa barrera de información”, sostiene.

 

​​Antes de comenzar trabajando en la DTM (categoría de autos deportivos en Alemania) ¿Tenías algún acercamiento al mundo del automovilismo? ¿Cuál fue la primera impresión que te llevaste? 

Como vivo en Bonn, Alemania, crecí sabiendo de Michael Schumacher, Niki Lauda o Fernando Alonso por mi padre, pero nunca había visto una carrera en mi vida. No me había interesado en ese mundo. Empecé a acercarme un poco porque mi mejor amiga era apasionada por los coches y me llevaba a ver cómo la gente daba vueltas en las pistas, yo lo encontraba fatal. Pero en Alemania la pasión por los coches es demasiado grande, aquí las personas limpian sus autos todos los sábados  y es sagrado. Aunque no me había dado cuenta, crecí rodeada de ese mundo y, cuando viajábamos en auto a España -que son 16 horas-, con mi papá jugábamos a adivinar las marcas de los autos. La primera vez que trabajé con coches en sí, fue en un evento de Audi, donde conocí a mi amiga que tenía una agencia que hacía catering para DTM de Mercedes. Ahí me preguntó si podía reemplazar a una chica que se había bajado a último momento e irme a Inglaterra a ayudarla en este trabajo. Y, sin saberlo, ese ‘último momento’ me valió toda mi carrera en el automovilismo. Comencé de a poco cuidando a las familias y visitas de los pilotos en DTM hasta que, finalmente, me uní a la Fórmula 1.

 

 ¿Y cómo pasaste a trabajar en comunicaciones del equipo Mercedes-AMG Petronas?

Cuando terminé mis estudios, viajé como un año y medio para seguir trabajando, pero había dejado dicho que al final de esa temporada me iba a retirar de la Fórmula 1, porque quería empezar mi trabajo como abogada. Pero, un día vino mi jefe a hablarme y me preguntó si tenía interés en trabajar en prensa. Primero pensé que me estaba tomando el pelo, porque obviamente no tenía experiencia, pero después me di cuenta que lo decía en serio, porque la chica que estaba en el puesto quería dejar el trabajo y estaban buscando a alguien por un año. Como era por ese plazo, pensé que era buena alternativa para mi CV. La idea era aprender un poco, y como conocía a la prensa por haber trabajado en catering, y además hablo inglés, español, alemán y francés, me llevaba bien con ellos. Así que dije que sí, sin saber mucho más. Me acuerdo que el primer trabajo que tuve fue una presentación de los nuevos autos de Mercedes para la siguiente temporada y era la responsable de traer a los pilotos a tiempo al lugar del lanzamiento. Estaba muy nerviosa porque no sabía si me iban a hacer caso…(ríe), pero al final todo salió bien. Por seis meses solo me encargué de programar y dejar listas las entrevistas y aprender lo más posible.

 

 

En general, el automovilismo es un espacio que se asocia más a lo masculino, ¿Te has enfrentado a algún tipo de barrera por ser mujer trabajando en esta industria? 

No personalmente. Cuando estás adentro, te tratan como un igual. Nunca he sentido discriminación en ese sentido. Mi madre me crió para que hiciera lo que yo quiera en la vida, y pienso que las chicas de la Fórmula 1 tienen experiencias similares. El problema es que muchas no saben que hay una oportunidad de desarrollo aquí. Como te comenté, mi mejor amiga es una loca por los coches, pero nunca pensó en esto como un oficio. Yo estoy trabajando en algo que es el sueño de ella, pero que no se concretó porque no había suficiente información o no habían suficientes caras que pudieran representar esta posibilidad que es para todas. Muchas quizás no llegaron por esa barrera de información. Ahora, tenemos compañeras muy inteligentes en varios rubros, que no se ven en la televisión, porque son trabajos que están detrás y son muy importantes. Por ejemplo, una de mis mejores amigas en el equipo es Margarita Torres, ingeniera encargada de la unidad de potencia de Lewis. Ella se fue a estudiar a Francia porque en España, que es su país de origen, no habían las mismas posibilidades y, con eso, siguió su sueño de niña.

 

Han existido algunos momentos para las mujeres en la Fórmula 1, pero en general son pilotos de prueba, ¿Ves en el corto plazo alguna plaza para una mujer como piloto principal de algún equipo? ¿Por qué crees que se sigue dando esa brecha?

Pienso que esto es paso a paso. Mucha gente, solo de mi generación, pensaba que esto no era una posibilidad, entonces obviamente hay que esperar un poco para ver los resultados. En unos años más, es probable que tengamos a una piloto y a una mujer en esa posición. 

 

 

Tienes un estilo de vida muy agitado, con viajes de muchas horas ¿Cómo te preparas para esa exigencia y para soportar ese ritmo tan ajetreado? 

Tengo suerte de no sufrir jetlag, entonces me gusta viajar mucho. Mi familia vive en Alemania y yo en Inglaterra con mi novio, entonces me estoy moviendo constantemente, pero me encanta. Siempre decimos que la Fórmula 1 es un lifestyle, no es un trabajo, porque toda mi vida está en función de las carreras. Afortunadamente mi familia, mi novio y amigos me apoyan mucho. Me ha pasado que ponen sus matrimonios entre carreras para que yo pueda ir. Mi familia también me viene a visitar cuando puede y yo trato de ir a Chile todos los años también. El entorno se va a adaptando un poco a este ritmo, aunque mucha gente no aguanta y se va porque es cansador. De hecho, hay mujeres que trabajan en Fórmula 1 que deciden dejarlo todo cuando forman familia, pero también hay mujeres que se han embarazado y siguen yendo a las carreras o vuelven al trabajo porque les gusta, y lo pueden hacer. Las cosas están cambiando mucho, y con una buena red de apoyo, se puede compatibilizar. Las que quieren, se quedan, pero no todas lo hacen. Es una cosa muy personal, y cada uno tiene que tomar su decisión.

 

A pesar de las exigencias, ¿Consideras que es un trabajo amigable? 

Te puedo hablar de mi equipo, porque todos son diferentes. Recuerdo que en tiempos de Covid-19 nuestro equipo nos ofreció la posibilidad de viajar a casa, entre carreras seguidas, aunque sea por dos días, para que la gente estuviera más segura y relajada. En general, se cuida mucho el ambiente y la salud mental, porque saben que si la gente está cansada, el trabajo no funciona. Yo siempre he tenido el apoyo del equipo que me deja trabajar desde Alemania para pasar más tiempo con mi familia. Mercedes es una familia grande.

 

¿Qué sueños te quedan por cumplir en términos laborales? 

Estoy muy feliz con lo que hago. He dado muchas cosas, porque no solo hago prensa, sino también ayudo y hago caridad y cuido de nuestro fan programm. Traigo a niños y adultos a los circuitos, a reuniones con los pilotos o que vengan a conocer la fábrica. Cuando veo eso, es increíble. Como nunca fue mi sueño trabajar aquí, todo lo que hago me sorprende. Siento que quizás no tengo una meta por eso. He llegado a lo que quería hacer. 

 

 

¿Qué le dirías a las niñas y adolescentes que sueñan con entrar al mundo del automovilismo y algún día llegar a la Fórmula 1?

Mi madre vino de Chile a hacer una nueva vida aquí para que yo pudiera hacer lo que quisiera. Crecí creyendo eso. Entonces mi consejo es que nunca piensen que no pueden hacer algo, porque siempre es posible. Cuando llegué a mi equipo, mi inglés era un poco más que básico, lo que aprendí en la escuela. Al principio, decía no tengo ni idea lo que me están hablando…(ríe), los acentos son tan diferentes, pero no lo dejé. Siempre fui sincera, entonces preguntaba cuando no sabía. Me acuerdo que cuando estaba en catering, Niki Lauda nos hacía pararnos al lado de él para ver el start de las carreras porque nos decía que no podía ser que no las viéramos si estábamos trabajando ahí mismo. En esas oportunidades, yo -que no sabía nada de Fórmula 1- le iba preguntando y así me fui entrenando un poco más en el mundo de los autos. Hasta hoy en día pregunto a los ingenieros si no me estoy segura de cosas. Todo lo que aprendí fue de a poco. Entonces, no hay que tener vergüenza. Uno solo crece aprendiendo cosas nuevas y si no se sabe, no hay que ponerse barreras. Hay que preguntar. Pero lo más importante es ser feliz haciendo lo que uno ama