Rutina Matinal

La importancia de tener una buena rutina matinal

Seguir una buena rutina en la mañana -antes de comenzar con el teletrabajo o las labores en la oficina-, puede ser extremadamente beneficioso. Y es que al hacerlo tenemos más tiempo para nosotras, disfrutando sin presiones las cosas que nos gusta hacer.

Levantarse temprano está asociado a personas que han alcanzado estilos de vida exitosos, productivos y saludables. Barak Obama, por ejemplo, cuando era Presidente, era conocido por trabajar hasta muy tarde, pero siempre se levantaba a las 7 de la mañana y al salir de su cama se ponía a hacer ejercicio en su gimnasio personal o jugaba básquetbol con amigos. Una manera activa de comenzar el día.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, también es madrugadora: todos los días se levanta a las 6:00 de la mañana y, sin importar cuán cansada esté, hace media hora de ejercicios cardiovasculares -elíptica, bicicleta o natación- en su casa o en el gimnasio. “Esto hace que la sangre y la adrenalina fluya”, ha dicho. Luego, desayuna cereales con leche de almendras y un té con miel y limón, mientras revisa su agenda y se pone al día con sus pendientes. 

La empresaria y presentadora de televisión Oprah Winfrey, más de una vez ha dicho que comienza su mañana sacando a pasear a sus perros y meditando 20 minutos para despejar su mente. “Me llena de esperanza, satisfacción y profunda alegría saber que, incluso en el bombardeo constante del día a día, existe todavía la constancia de la quietud. Solo desde ese espacio puedes dar lo mejor de ti en el trabajo y en la vida”.

Obviamente, cada persona puede adaptar la rutina de acuerdo a sus gustos y necesidades. Así lo ratifica el periodista Benjamin Spall del New York Times, quien durante cinco años conversó con más de 300 personas exitosas sobre este tema y se dio cuenta de que no existe una rutina matinal universal exitosa para todos; pero sí hay una serie de hábitos para mantenerse saludable física y mentalmente.

Algunos consejos generales:

Establecer un ritual: No es necesario despertarse a las 5 de la mañana. Simplemente con levantarse, hacer la cama y abrir las ventanas ya estás empezando a crear un hábito.

Intentar mover el cuerpo: Siempre es bueno activar los músculos para re-energizarse. Puede ser con ejercicios de flexibilidad, de cardio o de fuerza. Tratar de hacer lo que más te guste. Esa es la clave.

Agradecer: Es una buena manera de partir en armonía. Para eso, puedes meditar o hacer un gratitude journal, para escribir pensamientos, reflexiones y metas.

Nutrir el cuerpo: Un buen desayuno va a dar la energía para hacer cualquier actividad el resto de la jornada. Es un buen momento para comer algo rico y nutritivo.

No castigarse: No todos los días son iguales. Por eso, es importante saber adaptar la rutina a las contingencias de la vida. Si no alcanzas a meditar o hacer deporte, no importa. Quizás, se puede hacer durante la tarde o retomar al día siguiente.