Con frecuencia dejamos pasar los buenos momentos, sin realmente celebrarlos. Cuando una amiga te sorprende con un regalo, un desconocido te hace reír en la calle o vemos una imagen o un paisaje que nos emociona, sentimos emociones positivas asociadas que, según la teoría del savoring, no tienen por qué desvanecerse. ¿Cuál es la clave? Aprender a saborearlos. 

Saborear significa que intentemos sentir, disfrutar y prolongar plenamente nuestras experiencias positivas, y para ello implica el uso de pensamientos y acciones para aumentar la intensidad, la duración y la apreciación de estas emociones. Mientras afrontar los momentos negativos ayuda a disminuir los efectos de los momentos dolorosos, saborear amplifica la belleza de los momentos alegres.

"Saborear puede ayudarnos a contrarrestar la tendencia humana de centrar nuestra atención en las cosas negativas de nuestra vida, más que en las positivas", dice el doctor Fred Bryant, coautor del libro Savoring: Un nuevo modelo de experiencia positiva. “Saborear los buenos momentos multiplica la alegría al disminuir el espacio en nuestra mente dedicado a los pensamientos negativos y así amplifica los efectos de los pensamientos y sentimientos positivos".

Se ha demostrado que las emociones positivas, entre otras cosas, aumentan la creatividad, mejoran nuestro sueño e incluso fortalecen nuestro sistema inmunológico. Aquí, cinco claves para comenzar a entrenar esta habilidad: 

1. Comparte tus sentimientos positivos con los demás. Cuando recibas una buena noticia, cuéntasela a alguien importante y disfruten juntos. 
2. Felicítate a ti misma. No olvides de atribuirte mérito cuando hagas algo bien. 
3. Grítalo a los cuatro vientos. Ríete a carcajadas, salta y festeja de alegría cuando te ocurra algo bueno.
4. Sumérgete en el momento. Intenta absorber los sentimientos positivos durante un momento especial.
5. Recuerda lo rápido que pasa el tiempo. Y aprovecha de sacarte una foto mental cuando vivas emociones positivas.